Cuando yo me vaya ¡pobre esposo mío!
dejándote solo en el viejo hogar,
tus ojos cansados mirarán con cariño,
cada prenda mía, que quisiste guardar.
Cuando yo me vaya y te quedes solo,
¿Cuál de nuestros hijos te querrá llevar?
¿Cuál de ellos te dará los mimos,
que hace tanto tiempo dejaron de dar?
Tu andar cansado y enfermo,
tus humildes caprichos ¿les molestarán?
Dirán: es "chochera", si besas mi anillo,
y ante mi retrato rompes a llorar.
Cuando yo me vaya ¡pobre esposo mío!
y en el cementerio me quieras buscar,
aunque no me veas, yo estaré contigo,
y juntos iremos hasta el viejo hogar.
Excelente. Muy sentimental
ResponderEliminarPaquita Bellísimo este poema Feliz fin de Semana Saludos
ResponderEliminar