Cuando tú vuelvas,
y empujes la puerta del huerto,
chillarán sus goznes oxidados,
y mi corazón chillará aquí en mi pecho.
Cuando tú vuelvas,
tendrán flores el almendro,
y flores nacerán aquí en mi alma,
llenando de perfume tu recuerdo.
Cuando tu vuelvas,
saldrán mis brazos a tu encuentro,
y en mis ojos hallarás tanta ternura...
borrando de los tuyos todo el miedo.
Y te haré sentir de nuevo niño,
cuando volvías a casa anocheciendo.
¿Qué importa dónde estabas, lo que hiciste?
Solo importa, hijo, que ya has vuelto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario