viernes, 25 de enero de 2013

ESPERANDO AL NIÑO

Déjame acompañarte
en esta fría mañana,
que hasta Belén, hay camino,
y te encuentro tan cansada...

Yo te llevaré el atillo
donde la mudita guardas,
con sus puntillas de encaje
en las sabanitas blancas.

¡Cuánto amor llevas bordado,
en esas noches tan largas,
que al mismo sueño vencías
con tu agujita de plata!

Todo lo tenías previsto,
dejando en ello tu alma.
La cuna que hizo José,
con su cobertor de lana.

Ya se divisa Belén,
y aunque sé que estás cansada,
se han vuelto tus pies, palomas,
que vuelan, en tus pisadas.

La noche se está acercando,
con estrellas en la capa.
Las puertas se van cerrando,
y no hay lugar, en la posada.

Y encontró José, un establo,
con heno, que calentaba.
Con una mula y un buey
y con mi humilde.....compaña.


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