miércoles, 23 de enero de 2013

Y TE DARÉ LAS GRACIAS

                                                                                         A mi marido


Cuando seamos viejos,
y a punto estemos de cruzar a la otra orilla,
cogeré tu mano y te daré las gracias,
por todo lo hermoso que pusiste en mi vida.

Por ese amor callado y grande,
al que nunca salpicaste de mentiras,
por esa honradez que tienes al mirarme,
y me llena de confianza y de alegría.

Por los hijos que tengo entre mis brazos,
por aquellos no nacidos todavía,
por aquél que vivió solo un instante,
pues no pudo con el peso de la vida.

Por ese trabajo cada noche,
que te roba el sueño y te fatiga,
por ese gran afán, por ese empeño,
de darnos el pan de cada día.

Cuando seamos viejos,
y juntos crucemos a la otra orilla,
te daré las gracias por lo que me diste,
mientras voy hacia Dios, de tu mano cogida.

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