Si te estoy triste sintiendo hasta en mi sangre,
y noto tu aliento en mis mejillas,
si puedo Señor acariciarte,
con solo tener mis manos extendidas.
Yo vivo mi Dios por que Tu vives,
de tu savia me alimento cada día.
Soy el polvo de tus pies de caminante
quiero ser el punto Señor, donde Tu miras.
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