miércoles, 30 de enero de 2013

LA HUÍDA

Por los caminos del sol,
gitanos, madre, se acercan.
¡Cierra niña la ventana,
que no quiero que te vean!

Claveles rojos en la sien,
lleva la gitana aquella.
Y tres pulseras de oro,
con muchas monedas viejas.

¡Ay madre cuantos chiquillos
se bajan de la carreta!
¡Niña, por Dios, no lo mires!
que apenas si ropa llevan.

La madre cierra el postigo,
la niña, se va a la puerta.
A sudor le huele el aire
a vino y a hierbabuena.

Tarde de polvo y de cobre.
Ladrando un perro se acerca
para mirar a los gitanos,
que comen sobre la hierba.

Y se ríe el gitanillo,
sobre su pan con manteca.
El viejo gitano duerme,
y aquella gitana sueña.

El aire también gitano,
va tocando castañuelas.
Y están las flores bailando
sobre un tablao de canela.

La moza, sigue mirando
desde el quicio de la puerta.
El corazón galopando
se le deshace en las venas.

Que está la noche en el campo,
y el aire, cantares lleva.
Que está tu madre muy lejos,
y ese gitano muy cerca.

Por los caminos del sol,
gitanos se van, se alejan.
Ya no hay niña en la ventana,
los gitanos se la llevan.

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