jueves, 24 de enero de 2013

SÚPLICA

                                                                                        A mis hermanos Maruca y Rafael

Ventolera que en la noche
azotas cruel mi ventana,
no despiertes a la que duerme
en una cuna de plata.

Deja tus aullidos fieros,
enredados en la montaña,
igual que enredo mi pelo,
entre sus manitas blancas.

De amores le hice el lecho,
de caricias la almohada,
en las sábanas, mis besos,
en los encajes, mis lágrimas.

Cuando dormir la contemplo,
siento que llega mi alma,
ahogados los suspiros,
que salen de mis entrañas.

Sonrisas, lágrimas y besos,
todo en una palabra,
se me escapan de mi pecho,
hacia su cuna de plata.

Por eso tú, ¡ventolera!
no azotes más mi ventana.
Te lo suplica una madre,
que está cantando una nana.

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